jueves, 26 de febrero de 2009

Que ya no se fingir


Cuando estoy muy quemada de la vida y ya no me consuela leer libros ni oír música, arranco el coche y me voy a cualquier parte, huyo, me imagino que estoy viajando muy lejos.
En mis peores tiempos he aprendido algo sobre mi misma: que mi capacidad de sobrevivir y de superar el dolor, depende mucho de sensaciones físicas y de experiencias materiales, no tanto de ideas o propósitos , demasiado abstractos para inspirarme confianza.
No puedo cuidar mi alma si no cuido mis manos o mi piel, y lo que a veces me devuelve las ganas de vivir puede ser sumergirme en unas sabanas limpias, un buen baño o una copa de cristal...
Dependo, para mis estados de ánimo, de un amanecer en mi playa, de la calidad del pan, del aceite con que me hago una tostada y del sabor del zumo de naranja. La desolación moral siempre ha tenido para mi una evidencia física.
Que no tengo ya tiempo ni ganas ni paciencia para esconder lo que mas deseo, ni para seguir perdiéndome lo mejor de mi vida, que ya no se fingir, ni esperar, ni resignarme.

4 comentarios:

  1. Es increible como se pueden compartir sentimientos comunes "Ganas de nada"
    Gracias
    jj

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  2. Muy bueno lo que has escrito. No disimules más, vive y haz lo que desees.
    Saludos

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  3. yo esoy en eso en no perder mas tiempo y hacer lo que realmente quiero aunque contraditoriamente luego no se que es lo que quiro me entiendes no verdad saludos

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  4. La pena, frustración, etc. son estados que requieran una solución física, y no mental. Las respuestas suelen venir de fuera mientras nosotros estamos buscando en otros sitios.

    Desde luego comparto lo de coge el coche y perderse bien lejos...

    ¡1 saludo!

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