La fuerza de mi autoridad se desvanece en esta pequeña habitación iluminada por el amanecer. Estoy desnuda en mis fragilidades, en esas debilidades humanas que no me he permitido tener nunca.
Y ahora me doy cuenta que he menospreciado la importancia que tienen las cosas pequeñas. Un menosprecio que me va a costar toda posible esperanza de felicidad.
La fragilidad no siempre es un defecto.Por eso nunca se debe perder la esperanza de felicidad
ResponderEliminarBesos
Juanjo, mis fragilidades me paralizan, me aterran... y ya no me permito sentirlas. Esperanza y Felicidad estan bien guardadas y puestas en el estante mas alto, donde dejamos las cosas que nunca nunca usamos.
EliminarBesos!
Lo importante es darse cuenta de esa fragilidad para valorar esos momentos en los que nos sentimos gigantes de nada. Darse cuenta es el primer paso para disfrutar de cada minuto, que siempre puede ser el último. Un besazo.
ResponderEliminarBluess Swing, siempre tan positiva. Suena tan bien todo lo que dices... Por donde empezar? cual es el primer paso?
ResponderEliminarBesos!
Somos frágiles cuando nos permitimos mostrar nuestros sentimientos más profundos. Nos exponemos a la indiferencia, al rechazo por sentir diferente. Por eso opte por expresarme anónimamente en un blog. Espero que te guste
ResponderEliminarwww.fragilidadesaldesnudo.blogspot.com