Al amanecer, casi despierta entre el sueño y la vigila, saco desde lo mas profundo del mi alma, rescatada de mis sueños, la nostalgia de una vida perdida que no recuperaré. Y aunque se que esta angustia se desvanecerá con el ajetreo cotidiano, sufro intensamente, porque me deja un sedimento de pena que se esta acumulando día tras día y endurece hasta convertirse en una losa que me aplaste.
De vez en cuando conviene desprenderse de esos sedimentos aunque alguno siempre quede
ResponderEliminarBesos